Add parallel Print Page Options

29 Ninguna persona consagrada por completo al Señor podrá ser rescatada. Indefectiblemente será condenada a muerte.

30 »El diezmo de la tierra es del Señor, lo mismo de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles. Se trata de una ofrenda consagrada al Señor.

31 »Si alguien quiere rescatar algo del diezmo, deberá para ello añadir la quinta parte de su valor.

Read full chapter